En la Roma Antigua convivían aproximadamente 1.220.000 personas entre hombres libres y esclavos.
Los hombres libres eran los ciudadanos, los clientes y los libertos; a los esclavos no se los consideraba siquiera personas, y por eso no tenían ningún derecho.
Los clientes eran libres pero mantenían alguna relación de dependencia jurídica con el patrono del que recibían protección; los libertos habían comprado su libertad o por méritos.
Los clientes eran libres pero mantenían alguna relación de dependencia jurídica con el patrono del que recibían protección; los libertos habían comprado su libertad o por méritos.
Todos pertenecían a un estamento desde el nacimiento y era muy difícil, casi imposible, ascender.
La vida diaria era muy rutinaria aunque también estaban abiertos a las modas de su tiempo como nosotros; les gustaba ir a grandes espectáculos en los que se hacían batallas, representaciones teatrales y en los que había animales exóticos.
Uno de los juegos más apreciados era el de los gladiadores, en el cual combatían hombres con animales peligrosos. Y éstas terminaban muchas veces, con la muerte de alguno de ellos.
Nonis